La primera vez
Sí, ahí estaba yo, en esa vorágine de ensueño, dudando si era real o no. Todo parecía moverse tan rápido mientras yo transitaba en cámara...
Carta a mi niña interior
Mi muy amada yo: Ven, siéntate en mi regazo sin miedo, lo se, hace mucho que no platicamos, más no te he olvidado, sólo me perdí, olvidé...